Cuanto me gustaria que hubiese un teléfono que me comunicase con el cielo.
Te echo tanto de menos...
Me da miedo perder algún día la memoria porque no quiero olvidarte. Has estado conmigo en todos los grandes momentos de mi vida. Cuando nacieron mis hijos, cuando empezaron a caminar, cuando les cayó el primer diente... Cuanto habrías disfrutado con ellos, te encantaban los niños, tus chiquitines como tu los llamabas.
Ojalá hubieses estado a mi lado para guiar mis pasos, seguro que mi vida no habría sido tan dura, tan fría. Aquél día se perdieron los villancicos, los cumpleaños, las risas, parte de la familia... dejé el amor, mis amigos, dejé de decir "te quiero"... y me cerré en mi mundo.
Un mundo en el que sólo estábamos tú y yo.
Cuanto te echo de menos papá, no olvides que te quiero.
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