Hace mucho, mucho tiempo, en un lugar remoto se vivió una bella historia entre dos adolescentes.
Fue una relación basada en el cariño, la confianza. Algo tan limpio...tan puro... que revoloteaban ángeles a su alrededor.
Quiso el destino que aquella historia tan bonita acabase de la misma forma que llegó: en silencio, sin reproches y con mucho cariño.
Se comenta que durante bastante tiempo lloraron por separado y se echaron de menos, pero pese a ello no hicieron nada por volverse a ver.
Al cabo del tiempo, por aquellas cosas que solo pasan una vez en la vida, se cruzaron sus caminos. Fue … como si el tiempo no hubiese pasado. Aún se veían con los ojos del primer amor.
Primero fueron unas palabras, unas sonrisas, un café.
Le siguieron llamadas, mensajes, confidencias … y deseos.
Empezaron a intercambiar sueños como hacían de niños.
¿Que pasaría si....?
Como cualquier bella historia que se precie, ésta debería tener un final felíz, pero los finales no se pueden forzar... lo que tenga que ser, será.
La vida es un sueño, y los sueños, sueños son.
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